El mundo del seguimiento de activos está en constante evolución, y la tecnología RFID (identificación por radiofrecuencia) está a la cabeza. Si bien las etiquetas RFID tradicionales nos han servido bien, hay una nueva generación diseñada específicamente para un desafío específico: las superficies metálicas.
Las etiquetas RFID sobre metal cambian las reglas del juego, ya que ofrecen un rendimiento y una versatilidad incomparables incluso en los entornos más desafiantes. Ya sea que esté administrando una bulliciosa instalación de reparación, un departamento de TI de alta tecnología o una fábrica de industria pesada, aquí hay 7 razones por las que las etiquetas RFID en metal pueden servirle bien para etiquetar artículos difíciles de leer:
- Potencia imprimible: Las etiquetas RFID sobre metal se pueden imprimir directamente en el sitio y bajo demanda utilizando impresoras especializadas. Esto significa que puede personalizar sus etiquetas con logotipos, códigos de barras o incluso números de serie, creando una solución integral para la identificación y el seguimiento. Además, las impresoras industriales TSC imprimen hasta 600 ppp para etiquetas pequeñas.
- Excelencia codificada: Dependiendo de la memoria del chip, las etiquetas RFID sobre metal se pueden codificar con una gran cantidad de información para entornos que no admiten una conexión rápida o confiable a una base de datos. Incorpore detalles como números de pieza, programas de mantenimiento o incluso datos ambientales, y desbloquee un nivel completamente nuevo de sofisticación de gestión de activos llegando hasta el nivel de artículo.
- La flexibilidad, la clave del éxito: Las superficies metálicas vienen en todas las formas y tamaños, y sus etiquetas deben adaptarse. Las etiquetas RFID sobre metal se prueban para determinar su flexibilidad y curvatura, lo que permite colocarlas en superficies irregulares con facilidad. Ya no tendrá que lidiar con etiquetas mal ajustadas que se caen o no se leen.
- Pegajoso y astuto: Las etiquetas RFID sobre metal incluso se pueden pedir con adhesivo removible, lo que facilita su colocación y extracción sin dejar rastro. Perfecto para situaciones en las que se necesita un seguimiento temporal de la identificación automática, como en una línea de montaje de automóviles.
- Durabilidad suprema: Los entornos de trabajo pueden ser duros, pero existen etiquetas RFID sobre metal muy duraderas. Están fabricadas con materiales resistentes y tecnología avanzada para soportar temperaturas extremas, productos químicos, humedad e incluso desafíos físicos como la abrasión. Invierta en etiquetas que puedan sobrevivir a su entorno. Por ejemplo, es posible que las etiquetas metálicas para herramientas utilizadas en un lugar de trabajo remoto deban soportar las inclemencias de la interperie, como el calor o el frío extremos, la luz solar, la lluvia y el polvo.
- Versatilidad sin limites: Las aplicaciones de las etiquetas RFID sobre metal son infinitas. Realice un seguimiento de las herramientas y los equipos en las fábricas, supervise los activos de TI en los centros de datos, gestione los contenedores de envío en los puertos o incluso controle los valiosos dispositivos médicos. Las posibilidades son realmente ilimitadas.
- Rendimiento de configuración estándar: No se conforme con un rendimiento mediocre. Las etiquetas RFID sobre metal están altamente diseñadas, lo que garantiza rangos de lectura confiables y una integración perfecta con la infraestructura RFID existente. Invierta en calidad que no lo defraudará. Con las etiquetas RFID sobre metal, no solo está actualizando su sistema de seguimiento de activos, sino que lo está revolucionando con la capacidad de etiquetar la mayoría, si no todos, sus activos. Experimente el poder de una visibilidad mejorada, procesos optimizados y eficiencia mejorada. Su empresa, almacén o departamento de TI se lo agradecerá. Por lo tanto, si está sujeto a las limitaciones de las etiquetas tradicionales, adopte la tecnología RFID sobre metal para etiquetar artículos difíciles de leer. Recuerde que, en el mundo de la gestión de activos, no se trata solo de poner una etiqueta RFID en un artículo, sino que debe poder leer la etiqueta. Y con las etiquetas RFID sobre metal, las posibilidades son casi ilimitadas. De hecho, las etiquetas RFID sobre metal se pueden imprimir hasta 2 mm de grosor, lo que abre opciones potencialmente más asequibles y versátiles para el seguimiento de activos en muchos escenarios. Por ejemplo, en la industria automotriz, las etiquetas RFID sobre metal se utilizan para rastrear piezas durante la producción de vehículos.